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Capacitación para el ministerio con niños

Integración del conocimiento y Estudio por unidades temáticas

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Conocimiento unificado

En estos capítulos he presentado los principios y sugerencias separados por materias (lenguaje, matemática, ciencia, etc.) como en la escuela tradicional. Pero en la práctica, en muchas oportunidades no será recomenable hacer una tal distinción, porque todos los campos del saber están interconectados. Dios no ha separado Su creación en un "rincón de matemática", un "rincón de lectura" y una "hora de educación física". Su verdad y Sus principios abarcan todas las áreas de la vida y del saber.

La educación moderna ha fragmentado la vida en campos separados y ya no encuentra la unión entre ellos. Por eso, los educadores modernos tienen dificultades de hacer conexiones entre la astronomía y la historia, o entre la matemática y la necesidad del niño de moverse. Aun más difícil les es comprender qué tiene Dios que ver con la biología, con la física o con la comunicación. Prefieren encerrar a Dios en un "rincón religioso" y tratar todos los otros temas desde un punto de vista puramente mundano.

En la educación superior, esta fragmentación hizo que se formen muchos especialistas en campos muy estrechos, tales como: microbiología; física nuclear; medicina tropical; etc, que saben todo o casi todo acerca de su especialidad, pero nada o casi nada acerca de como se relaciona su especialidad con otros campos del saber. Así se da la situación paradójica que tenemos eruditos que saben mucho más que los eruditos del pasado, pero al mismo tiempo tienen un horizonte mucho más estrecho que ellos. La educación moderna ya no produce genios como por ejemplo Isaac Newton o Blas Pascal, quienes se ocuparon tanto de la matemática como de la física, de la astronomía, de la teología, y de inventos prácticos, y así entendieron las conexiones entre estos diversos campos de la ciencia. A diferencia de los eruditos modernos con sus conocimientos aislados, estos científicos del pasado todavía podían ver el "cuadro grande". Así podían entender también el significado de las cosas que sabían y descubrieron.

Actualmente, corrientes como la "Nueva Era" intentan encontrar una nueva "integración" entre distintos campos del saber y de la vida, pero sin tomar en cuenta al Dios de la Biblia. Así intentan nuevamente unir los campos separados, pero de una manera que no corresponde a la sabiduría de Dios.

En realidad, una tal integracion ya existe bajo los principios revelados por Dios mismo, el Creador del universo entero. Solamente hace falta descubrirlo. La revelación de Dios no es separada por "materias". Toda la creación y todo el conocimiento encuentra su integración bajo el dominio de Cristo (Efesios 1:10).

Así por ejemplo encontramos tan solamente en la historia de la creación (Génesis 1), aspectos interrelacionados de la vida y del saber como los siguientes:

  • Antes del "comienzo", o sea desde la eternidad, existía Dios y Su Espíritu. (Teología)
  • Dios creó por medio de Su palabra, habló a Su creación, y específicamente al hombre. (Comunicación)
  • Se nos relata los orígenes de todo en su orden cronológico. (Historia)
  • Dios separó la tierra seca de los mares. (Geografía)
  • Dios enumeró los días; y creó los seres vivos de manera que se multipliquen. (Matemática)
  • Dios creó y ordenó los cuerpos celestiales con sus respectivas órbitas. (Astronomía)
  • Los cuerpos celestiales sirven para la medición del tiempo. (Física)
  • Dios hizo brotar plantas verdes de la tierra, que se reproducen mediante semillas. (Botánica)
  • Dios creó animales específicos en el agua, en el aire, y sobre la tierra. (Zoología)
  • Dios diseñó las plantas verdes, y especialmente las semillas, como alimento para los animales y para el hombre. (Ecología)
  • Dios creó al hombre y la mujer en Su imagen, para que estuviesen juntos, e instituyó la familia. (Psicología, Sociología)

Así también en nuestra educación, debemos mirar las cosas desde la perspectiva del orden de Dios, no desde la perspectiva de materias "separadas". También en el proceso del aprendizaje del niño, a menudo interfieren aspectos de distintos "campos" interrelacionados.
Por ejemplo, muchos niños escolares dificultan en entender problemas matemáticos. Pero a menudo la dificultad no está en la matemática, sino en el lenguaje en el cual los problemas son planteados. Pero puesto que "es la hora de la matemática", ni a los alumnos ni al profesor se le ocurre identificar las dificultades lingüísticas en estos problemas y trabajar en ellas. - De manera parecida, las dificultades al dibujar son a menudo relacionadas con dificultades en la geometría, y viceversa. El entendimiento de la historia de un país depende en muchos puntos de un entendimiento de su geografía, y además de un entendimiento de los propósitos de Dios en la historia. Muchos problemas de aprendizaje están relacionados con algo que no funciona en la familia, o con una relación deficiente del profesor con los alumnos, o con una relación deficiente con Dios, más que con el aprendizaje en sí.
Así existe una multitud de conexiones mutuas entre las distintas "materias". Una enseñanza separada por "materias" rompe estas conexiones, y el niño no llega a un verdadero entendimiento de lo que estudia.

Estudio por unidades temáticas

La Academia Moore recomienda, en lugar de la enseñanza por "materias" desconectadas, el estudio por unidades temáticas. Una unidad temática se centra en un tema del interés de los niños, conecta conocimientos y habilidades de las "materias" más diversas, y puede durar tanto tiempo como dure el interés de los niños - desde unos cuantos días hasta varias semanas o meses.
Los temas pueden surgir de los sucesos de la vida diaria, o de las sugerencias de los niños, o de una información interesante que alguien encuentra, etc. Por ejemplo, los niños escuchan la noticia de que se está planeando enviar una nave tripulada a Marte. Entonces empiezan a hacer preguntas: "¿Cuánto tiempo dura un viaje a Marte?" - "¿Qué comerán durante el viaje?" - "¿Qué combustible usa una nave espacial?" - etc. Esta sería una buena ocasión para comenzar con una unidad temática acerca de la astronáutica y el sistema solar. Se puede buscar información acerca de todo lo que los niños preguntan y escribir un reporte sobre ello. (Si los niños ya son un poco más grandes, ellos mismos pueden buscar la información.) Se pueden averiguar los tamaños y las distancias de los planetas del sistema solar y hacer un dibujo, o incluso construir un modelo a escala. (Los niños se impresionarán con lo grande que son las distancias entre los planetas, en comparación con su tamaño.) Se puede averiguar qué dice la Biblia acerca del sol, la luna, los planetas y las estrellas. Se puede leer sobre la historia de la astronáutica, y sobre las vidas de los primeros astronautas. Con un juego de construcción se puede construir un modelo de una nave espacial. Se pueden averiguar las posiciones actuales de los planetas en el cielo nocturno (p.ej. con la ayuda de un software de astronomía), buscarlos, y observar sus movimientos durante unas semanas. Quizás se da la posibilidad de visitar un planetario o un observatorio astronómico.
De esta manera se unen conceptos de las "materias" de lenguaje, historia, astronomía, Biblia, física, matemática, computación, arte, y otros más, centrados en un tema que interesa a los niños, y (en lo posible) visto desde una perspectiva cristiana. El propio interés de los niños los motiva a estudiar; y ellos adquieren conocimientos relacionados unos con otros, no separados en "materias" aisladas.

Nuevamente, esta forma de estudios es más apropiada para familias que están libres de las presiones de un plan de enseñanza predefinido y de un horario rígido. Una escuela alternativa que quisiera adoptar este método, tendrá que renunciar a un plan de enseñanza fijo, y en su lugar tener la flexibilidad de responder a las oportunidades y necesidades mientras éstas se presentan. También tendrá que renunciar al sistema de enseñanza colectiva que obliga a la clase entera a hacer lo mismo al mismo tiempo, y en su lugar tendrá que permitir que varios grupos de interés desarrollen paralelamente proyectos distintos, porque será imposible entusiasmar a la clase entera por un mismo tema. Si una escuela está dispuesta a renunciar a los métodos tradicionales y a embarcarse en este camino, podrá exitosamente usar el estudio por unidades (o proyectos) temáticas. (De hecho, ya existen unas escuelas alternativas que hacen esto; solamente - según mi conocimiento - todavía ninguna cristiana.)

- "¿Y no recibirán los alumnos un conocimiento muy incompleto, si estudian solamente lo que es de su interés y no reciben una enseñanza sistemática?"
- Respuesta: Primeramente, hemos visto que una unidad temática puede abarcar conocimientos y capacidades de un rango muy amplio de "materias". Es responsabilidad de los padres (resp. maestros) usar su creatividad para ampliar este rango más allá de los intereses momentáneos de los niños. (Por ejemplo, un niño puede primero interesarse solamente por la técnica de la astronáutica, pero desde allí puede llegar a interesarse también en su historia, o en los fundamentos de la astronomía.) Estos conocimientos se grabarán en la memoria del niño de una manera mucho más duradera que lo que se aprende solamente de libros escolares, porque están unidos a un tema concreto que impacta al niño de manera positiva.
Es cierto que algunas habilidades deben aprenderse de manera sistemática. Por ejemplo, las habilidades matemáticas necesitan un entrenamiento sistemático (y en cuanto se trata de ejercicios escritos, tiene sentido realizarlos en un cuaderno destinado específicamente para este propósito). Lo mismo se puede decir de la ortografía (pero tomando los ejemplos de los propios escritos del alumno, para que no tenga que aprender palabras aisladas fuera de su contexto). Sin embargo, un padre o maestro creativo encontrará maneras como incorporar aun este entrenamiento sistemático en una unidad temática.
En segundo lugar, tenemos que preguntar si ¿los alumnos del sistema escolar tradicional realmente adquieren un tal "conocimiento completo"? Haga la prueba y pregunte a unos alumnos acerca de unos temas, no de lo que están aprendiendo para el siguiente examen, pero de lo que estudiaron para el examen de hace tres meses. Encontrará que recuerdan muy poco. El alumno puede haber estudiado "todo" alguna vez y puede haber dado examen acerca de ello alguna vez (o incluso dos, tres o cuatro veces) - pero esto todavía no garantiza que realmente haya "adquirido el conocimiento". Al contrario: No existe probablemente ningún alumno que pueda demostrar el "conocimiento completo" que la enseñanza escolar sistemática supuestamente provee. Y si existe tal alumno, esto no comprueba el éxito del sistema escolar - al contrario, probablemente comprueba que el alumno sufre de un déficit de carácter. Como dice el pionero educativo Roger Shank:

"Los alumnos exitosos son siempre personas que saben adivinar lo que el profesor quiere, y eso es lo que le dan. Pero en la vida real no se trata de agradar al profesor, y entonces estos 'coleccionistas de buenas notas' a menudo se sienten perdidos. Cuando yo hacía las admisiones a los programas de grado, y un estudiante presentaba notas 'A' en todas las asignaturas de su programa pregrado, yo lo rechacé inmediatamente. Simplemente no es posible que un estudiante sea igualmente bueno, o igualmente interesado, en todo. (Excepto en agradar al profesor.) Como docente universitario, yo no tenía paciencia para estudiantes que pensaban que el éxito académico consiste en repetirme siempre lo que yo acababa de decir."
(Roger Shank, "Why do we still have schools?")

Una experiencia propia: Una unidad temática sobre David Livingstone

Daré un ejemplo más de lo que puede suceder al aventurarse a una unidad temática. Este es un ejemplo auténtico de los estudios de nuestros propios hijos.

Como muchos proyectos educativos, éste comenzó de manera bastante improvisada. Nuestros hijos tenían un juego de computadora que se llamaba "Livingstone" - un juego bastante tonto de un hombrecito que corre por la selva y tiene que defenderse contra animales salvajes, tirándoles piedras. Pero era uno de los muy pocos juegos que funcionaban en la vieja computadora con pantalla en blanco y negro que nuestros hijos usaban de vez en cuando para jugar. Yo pregunté a los niños si ellos sabían quien era Livingstone. Ellos no lo sabían (¿cómo lo iban a saber?). Entonces comencé a contarles acerca de él, y ellos desearon saber más. Mi hijo menor se alegró cuando se enteró de que Livingstone había sido médico, porque él también deseaba ser médico.

Encontramos una biografía corta de David Livingstone y comenzamos a leerla. ¿Cómo se le ocurrió ir a Africa? - Fue por causa de los relatos del misionero Roberto Moffat. El contó de los muchos pueblos africanos donde todavía nadie había escuchado de Jesús. Livingstone fue impulsado por el amor de Jesús hacia las personas que no conocían a Dios. Aparte de esto, Livingstone hizo también muchos descubrimientos geográficos y naturales y se hizo famoso por ello - pero en sus propios ojos, estos eran solamente productos marginales de su llamado misionero.

Así comenzamos a hablar sobre el tema de las misiones, la Gran Comisión, y leímos acerca de los viajes misioneros de Pablo.

También quisimos saber por dónde había viajado Livingstone. Entonces buscamos en un mapa de Africa los lugares que él había descubierto, dibujamos un mapa en el cuaderno y trazamos las rutas de los viajes de Livingstone. En la internet pudimos también encontrar fotos de aquellos lugares. - En este punto nuestros hijos ya estaban tan interesados en el proyecto que empezaron a olvidarse del juego de computadora.

Puesto que Livingstone era médico, se interesaron también en el trabajo de un médico. Aprendieron a desinfectar heridas y a poner vendas sencillas.

Y entonces estábamos listos para meternos en los zapatos de Livingstone, emprendiendo nuestra propia expedición. Puesto que él había explorado el río Zambesi, nosotros nos pusimos a explorar un río cerca de donde vivíamos. Caminamos por unas dos horas a lo largo de la orilla del río, observando los animales y las plantas. Uno de nuestros hijos hizo dibujos, y el otro escribió unas descripciones breves. Al mismo tiempo practicamos el uso de una brújula: Medimos continuamente la dirección de la orilla, y así dibujamos un mapa sencillo de nuestra ruta y del río.

El tema "Mapas" dio también lugar a la matemática: Aprendimos a medir distancias en un mapa y a calcular las distancias reales; y a medir distancias reales y dibujar un mapa o plano a escala.

Después empezamos a investigar adónde se iba el agua de este río. Como casi todos los ríos del Perú, se trataba de un tributario del Amazonas. En un mapa del Perú seguimos el río hasta el Amazonas, e investigamos un poco acerca de la geografía de la Amazonía.

Por fin hicimos una segunda expedición, esta vez más larga: Viajamos río arriba hasta encontrar el lugar donde nacía el río. Fue un lugar muy alto en los Andes donde encontramos unas cataratas congeladas. Esto dio lugar a otras preguntas: ¿Cómo se forma el hielo? ¿Por qué el clima es más frío en la altura? Etc...

Así Livingstone nos animó a estudiar historia, geografía de Africa y del Perú, la Biblia, medicina, biología, dibujo, lenguaje, matemática, geometría ... y además tuvimos ejercicio físico y pasamos unas aventuras inolvidables.

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