¿Así que ya no quieres ir a la iglesia?

Por Jacob Colsen

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Capítulo 12: La gran reunión

Había pasado mucho tiempo desde la última vez que yo había estado parado en un escenario, hablando a una congregación sentada ordenadamente en filas. Me sentí extraño al aceptar la invitación, e incluso más incómodo al tener que hablar. Pero Bryce, el pastor de la Capilla Piedra del Ángulo, me había invitado a hablar a su congregación acerca de mi relación creciente de confianza en el Padre.

Yo había conocido a Bryce solamente desde una distancia, por medio de unas reuniones ministeriales hace muchos años. Por eso, su llamada hace dos meses me tomó de sorpresa. El dijo que había escuchado unos rumores y quería encontrarse conmigo y escuchar de mí mismo. Yo solo podía imaginarme qué había escuchado o por qué se preocupaba por mí, pero pensé que iba a ser divertido descubrirlo. De un almuerzo juntos resultaron varios otros, y descubrí que él luchaba con las mismas frustraciones en su vida en Cristo, como yo en los años anteriores.

Esto realmente me chocó. El había sido pastor de jóvenes cuando le conocí, y ahora era el pastor principal de su iglesia. Su congregación había crecido rápidamente cuando vinieron personas de dos otras congregaciones grandes que se estaban desintegrando después de que sus pastores populares habían renunciado - uno de ellos para pastorear una iglesia más grande, y el otro en medio de un escándalo. Las prédicas entusiasmadas y divertidas de Bryce, junto con sus músicos casi profesionales, hicieron de la Piedra del Ángulo un punto de atracción especial para los evangélicos. Ellos ya tenían tres cultos en un local grande, y consideraban construir otro más grande. Yo hubiera pensado que Bryce era fuerte como una roca.

Pero no fue así. En nuestra primera conversación, él me dijo que se estaba muriendo espiritualmente, y que estaba preocupado de que muchos de su gente estaban en la misma situación. Su relación con Dios se había secado ante las exigencias de una congregación creciente. - "Estoy llegando a la conclusión de que no hay correlación entre el éxito de mi ministerio, y la calidad de mi propia relación con él. De hecho, parece que predico mis mejores sermones en medio de mis peores fracasos. Estoy empezando a pensar que el ministerio es el lugar donde me escondo de Dios."

El deseaba recobrar la pasión por Dios que inicialmente le había llevado al ministerio, pero no sabía cómo lograrlo. Cuando él había hablado a otros de esta hambre, ellos le aseguraban de que su ola de éxito era una prueba de la bendición de Dios, y que debía pasar por alto sus dudas. Esto funcionaba por algún tiempo, pero su soledad interior y sus luchas con tentaciones cada vez más fuertes por fin le abrumaban, y le empujaban hacia la ira y la depresión. Sin que otros lo supieran, él se desquitaba de esto en casa con su familia.

Ninguno de los dos podíamos imaginarnos adónde llegaría él, pero ambos sabíamos que él estaba corriendo un gran riesgo en la situación en que se encontraba. Sin embargo, él seguía diciendo que no se iba a contentar con nada menos que una verdadera relación con Dios, no importaba lo que le iba a costar. Y él me pidió hablar a su congregación en sus cultos dominicales.

Ahora el culto había terminado. Laura y yo nos habíamos despedido de Bryce, y nos dirigíamos hacia la playa de estacionamiento. Algunas personas esparcidas por allí me dieron las gracias por visitarles. Entonces le vi. Fue Juan, saliendo del estacionamiento con una sonrisa que me parecía un poco maliciosa. Nos abrazamos, y Laura parecía más emocionada que yo al verle. Admito que me sentí un poco avergonzado, estar parado en ese lugar.

"¿Qué haces aquí?", le pregunté. "Oh, déjame adivinar", añadí en tono burlón. "Acabas de caer del cielo a este estacionamiento y me viste aquí."

"No. No es nada excepcional. Estuve anoche donde Diana y Jeremy. Cuando hojeé su periódico, vi que ibas a hablar aquí, y quise verte. Ellos están realmente bien, ¿no cierto?"

"Esto es todavía decir poco. Nunca he visto a dos personas crecer tan rápidamente. Nos va muy bien ayudándoles a avanzar en esto."

"Ellos me dijeron que incluso habían vuelto a tener un buen contacto con Jim y su esposa. Me gusta cuando Dios trae una verdadera reconciliación, incluso después de una traición y una tragedia."

"Es una gran historia", dijo Laura. "Pero me pregunto por qué ellos no nos dijeron que ibas a llegar a la ciudad."

"Ellos no lo sabían", sonrió él, y yo sabía lo que esto significaba.

Le pregunté si le podíamos invitar para el almuerzo, pero él dijo que no tenía tiempo. Alguien de Los Angeles se iba a encontrar con él aquí en algunos momentos. - "Conversaremos aquí tanto tiempo como podemos", dijo Juan, señalando una mesa debajo de los árboles de un parque al lado del estacionamiento. Al caminar allí, oí los gritos de unos gansos silvestres encima de mí, y mirando al cielo vi una docena de ellos, ordenados en forma de V, volando hacia el sur. Era un día hermoso de otoño. Entonces oí a otro grupo de gansos desde más atrás.

"Entonces, ¿qué haces aquí?", preguntó Juan.

"Me cogiste", dije y levanté mis manos como rindiéndome, "pactando con el enemigo."

"Tú no piensas esto realmente"; dijo Juan, riéndose. - "Por lo menos espero que no."

"No, de veras que no. Pero cuando me preparaba para esto, me preguntaba qué ibas a pensar tú acerca de mi visita acá. Algunas personas hablan de estas instituciones como de la esclavitud egipcia de los israelitas. No sabía si tú también eras de ese lado."

"No exactamente", respondió Juan sonriendo. - "Entonces ¿cómo llegaste acá?"

Le conté a Juan acerca de mi relación con Bryce, y su invitación de hablar aquí.

"¿Y cómo te fue?", preguntó Juan.

"Tendrías que preguntar a alguien de ellos."

"Fue maravilloso", dijo Laura. "El los hizo reir en un momento y llorar el próximo momento, mientras hablaba acerca del vivir en el amor del Padre."

"Pero me sentí muy incómodo, Juan. Antes me gustaban estos entornos, pero hoy me pareció tan poco efectivo."

"¿Por qué?"

"Lo hice por años, Juan, pero no estoy seguro de cuánto valor tiene esto para ayudar a la gente a vivir libres. Sin duda puedo plantar algunas semillas de esta manera, y hay los momentos excepcionales cuando se prende la luz para alguien; pero la mayoría de la gente se vuelve sorda al mensaje después de algún tiempo. Incluso cuando escuchan algo que les choca profundamente, ellos lo olvidan cuando vuelven a su vida diaria. Por el otro lado, nuestras conversaciones realmente han cambiado mi vida. Y yo sé que no fue simplemente por las palabras que hablaste, sino por el momento cuando las hablaste. Fue en los momentos de lucha por responder mis preguntas, o hacer tus propias preguntas, lo que las hizo tan poderosas. Yo no sé como podría reproducir esto en un sermón."

"Claro que no puedes; pero esto no significa que haya sido sin valor lo que hiciste hoy. Todas las cosas tienen su lugar, pero como tú dices, este no es el primer lugar. A lo largo, los sistemas como este no les ayudan a la gente a vivir profundamente en la vida de Jesús, ni les ayudan a experimentar las profundidades de la comunión cristiana. Pero a menudo confrontan a la gente con el hecho de que Dios existe."

"Yo sé que recibí algo de la verdad, y una hambre por Dios, en una congregación como esta", dijo Laura.

"¿Pero fue también satisfecha esta hambre en la congregación, Laura?"

"A veces pensaba que lo hacía. Pero mirando atrás, pienso que solamente me frustraba. Me dio hambre de conocer a Dios de una manera que no se podía cumplir allí. Pero también me hizo sentir que era por mi culpa. Me sentía como si no comprendiera lo suficiente, o como si no me estaba esforzando lo suficiente."

"Esto es lo que sucede cuando una institución intenta hacer lo que no puede hacer. Con proveer servicios para que la gente siga asistiendo, la institución sin quererlo nos distrae de la verdadera vida espiritual. Nos ofrece una ilusión de espiritualidad, en experiencias organizadas de manera profesional; pero no puede mostrar a la gente cómo vivir cada día en él, a través de las verdaderas luchas de la vida.
Esto es algo de lo más extraño en el cristianismo que se encierra a sí mismo en un cajón institucional. ¿Quién desearía ser educado en un orfanatorio? Nuestros corazones tienen hambre de una familia. Es allí donde los niños aprenden quiénes son, y cómo encajan en el mundo. Pero estas congregaciones son como orfanatorios, levantados para la conveniencia de todos. Aquí sobrevives cuando te sometes a sus reglas. Pero esta no es la manera cómo Jesús te conecta con su Padre. Para esto necesitas una familia, y hermanos y hermanas que pueden atenderte en el momento, sin tener que esperar el día de la reunión, o tener que organizar un curso."

"Es por eso que tú me ayudaste tanto. Parece que siempre estuviste allí cuando te necesitaba realmente, aunque no siempre estuviste cuando yo lo deseaba. Tú me ayudaste a ver cómo proseguir lo que Dios ponía en mi corazón. Esto me ayudó a aprender cómo caminar con él. Ahora no cambiaría por nada mi vida en él."

"Yo tampoco", añadió Laura. - "Pero entonces, ¿para qué sirven estas instituciones?"

"Quizás sirven para mantener ocupados a todos los que están atrapados en una religiosidad humana, para que no tengan la energía de infectar el resto del mundo", dije con ironía.

"Esto no sería un mal uso", dijo Juan y se unió a mi sonrisa. Pero después se volvió serio. - "Pero temo que las cosas no sean tan sencillas. Como tú dices, una buena enseñanza puede ayudar a plantar unas semillas, y los grupos como estos pueden ayudar a conectar a personas que están en el mismo viaje. Dios podrá usar estas conexiones en los años venideros. Pero esto cuesta un precio. Con el tiempo, las instituciones pueden volverse abusivas cuando exigen más y más conformidad. Cuando esto sucede, yo siempre animo a las personas a escapar de allí. Sin embargo, otras instituciones pueden ser relativamente sanas. Unas dinámicas de familia, de amor y compasión se mezclarán con los elementos institucionales, y sucederá algo de verdadera comunión. ¿Te recuerdas de tus primeros días en el Comunidad del Centro?"

"¡Yo sí!", dijo Laura, y su cara se iluminó. - "¿Entonces no fue del todo malo?"

"No, de ninguna manera. De hecho, en los primeros días de un grupo nuevo, el enfoque es normalmente en Dios, no en las necesidades de la institución. Pero normalmente esto se pierde con el tiempo. Las presiones financieras aumentan, y viene un deseo de tener rutina y orden. Todo esto nos distrae de la sencillez de seguir a Jesús. Las relaciones se estancan en la rutina. Con el tiempo, la maquinería institucional consume un montón de energía para tan solamente seguir funcionando; y entonces se vuelve irrelevante."

"¿Piensas que esta es la manera como Dios lo ve?", preguntó otra voz. Yo me había dado cuenta de que Juan había mirado por encima de mi hombro en los últimos segundos, pero no me había dado cuenta de que alguien más estaba allí. Me volteé y vio a Bryce parado detrás de mí.

"¿Cuánto tiempo has estado aquí?", pregunté.

"Acabo de llegar. Estuve yendo hacia mi carro, cuando te vi sentado aquí y me pregunté si este era el famoso Juan."

Le dije que sí, y les presenté uno al otro. - "¿Puedo juntarme con ustedes? Este es exactamente el punto donde estoy luchando."

"Por supuesto", dijo Juan, mientras hizo un espacio para que Bryce se sentara a su lado.

"Jacob y yo hemos tenido unos tiempos muy buenos durante los últimos meses. Me gusta lo que Dios está haciendo en él."

"¿De verdad?"

"Yo conocí a Jacob solamente desde una distancia, hace muchos años. Pero veía en él un desprecio hacia las personas que no pensaban como él. Después escuché algunos rumores de que él había salido de la Comunidad del Centro y que no asistía a ninguna iglesia, y pensé que él se había convertido en otra víctima amargada del ministerio. Pero hace unos meses comencé a escuchar su nombre con más frecuencia en algunas conversaciones, y me gustó lo que escuché. Entonces le llamé, y cuando nos encontramos me sorprendí. Este no era el Jacob que yo había conocido. Había cambiado mucho, y las cosas que él hablaba, despertaron mi hambre más profunda.
Pero cuánto más vivo este viaje de la vida en Cristo, menos motivado estoy para cumplir las exigencias de todo esto", dijo, señalando hacia el edificio de la iglesia que brillaba en el sol. - "No me siento cómodo con el crecimiento que sucede aquí. Cuanto más personas atraemos, más vacíos nos volvemos por dentro. Para muchos, este es un lugar para esconderse. Asistir con regularidad e incluso sentirse bendecido. Me sigo diciendo que estamos haciendo unas cosas maravillosas aquí, y esto es lo que me hace continuar. Pero en mis momentos sinceros, yo cuestiono todo esto. Renunciaría enseguida, si Dios también lo considera tan irrelevante como tú dijiste hace un minuto."

"Por favor comprende que no dije que tú eres irrelevante para Dios, o que estas personas lo son. No lo son. Yo quise decir que Dios mira más allá de la institución, y trata con las personas. El desea que ellos le conozcan, y que experimenten una verdadera comunión unos con otros. El seguirá invitándoles a esto durante toda su vida."

"¿Entonces no tienes ningún problema con que yo haya predicado aquí, Juan?", pregunté, un poco aliviado.

"Claro que no, Jacob. No tengo ningún problema con ir a cualquier lugar adonde va Dios, y él seguramente está aquí atrayendo a la gente hacia él mismo."

Bryce continuó: "Pero considerando todo el trabajo que se hace aquí, y todo el dinero que gastamos, el fruto espiritual es muy escaso. No hay personas nuevas conociendo a Dios. Nuestros miembros nuevos vinieron de otras congregaciones que están en problemas. No conozco a nadie aquí que esté en el mismo viaje como Jacob, y solo unos pocos que comparten mi hambre; y estamos tan ocupados que hacemos poco acerca de ello." - La voz de Bryce se quebrantó, porque salió a la superficie la lucha que había visto tantas veces en él.

Juan estiró su mano para cubrir la mano de Bryce. "No puede ser de otra manera. Una vez que la gente se enamora del programa y se vuelve dependiente de él para su vida espiritual, ellos no verán sus limitaciones. El programa no puede sustituir su propia vida en Jesús; y puede producir solamente una ilusión de comunión, porque depende de lo que la gente hace para mantener la institución."

"¿Pero no podría ser mejor? Estoy dividido entre la responsabilidad de reformarlo, y el deseo de abandonarlo. Ninguna de las dos parece una buena opción. Dudo que pueda ser reformado, o por lo menos que yo pueda hacerlo. Ya hay algunas personas que cuestionan mi liderazgo cuando hablo acerca de mis luchas. Y no tengo idea de qué vivir si renuncio."

Juan dejó sus palabras suspendidas en el aire por un momento, y yo hice lo mismo. Yo sabía que esta era la cuestión esencial con la que Bryce luchaba. No tenía ninguna respuesta para él, y estaba muriendo de expectativa por lo que Juan iba a decir. Mientras esperábamos, vi otro grupo de gansos volar sobre los hombros de Juan, gritando mientras se unieron a los otros grupos que volaban hacia el sur.

"¿Qué debo hacer? ¿Es esto algo malo y debo huir de aquí? ¿O puede mejorar si personas como Jacob siguen hablándonos para equilibrar las voces de aquellos que solo quieren servir la máquina?" - El me miró con una sonrisa. Habíamos hablado de este tema antes. El incluso me había preguntado si yo quisiera ser uno de los líderes de su iglesia.

"La gente ha intentado reformarlo por dos mil años, y el resultado es casi siempre lo mismo: un nuevo sistema remplaza el antiguo, pero finalmente el nuevo sistema también se convierte en un sustituto. ¿Te diste cuenta de que las personas que comparten tu hambre, no comparten tu pasión por reformar la maquinería?"

"Lo noté. Aquellas personas que respeto más por su madurez espiritual, parece que no están dispuestos a ayudarnos a manejar esta cosa. Me decepcioné mucho de ellos. En cambio, en el liderazgo tenemos a personas que no conocen bien a Dios, pero que tienen opiniones fuertes acerca de la manera cómo las cosas deben hacerse."

"Esto debería decirte algo."

"Me dijo que quizás ellos no son tan espirituales, si no están dispuestos a ayudarme."

"Bueno, esta es una posibilidad. O quizás los más espirituales desean invertir su tiempo sirviendo a personas, en vez de asistir a reuniones interminables de comisiones."

"Temí que ibas a decir esto", dijo Bryce con una sonrisa frustrada. - "Pero esto deja la maquinería, como tú lo llamas, en las manos de personas que no conocen el carácter de Dios. Es imposible trabajar con ellos."

"Esto es un problema, ¿no cierto? Las estructuras son para ganar poder y para imponer su propio camino sobre otros. Aquellos que crecen conociendo a Dios, no necesitan estas estructuras."

"Y hay momentos cuando no estoy seguro si quiero invertir mis talentos para hacer que siga funcionando, si no es efectivo para el reino, y especialmente si les quita a mis hijos su padre porque estoy fuera todo el tiempo."

"¿Es así como te sientes?"

"No para mí, pero mi esposa lo dice todo el tiempo. Quizás ella tiene razón. Admito que estoy tan sumergido en toda esta actividad aquí al nivel humano, que no me doy cuenta de cosas como estas."

"Te hará bien escucharle a ella; pero todavía mucho más importante es que escuches a Jesús. Bryce, me parece que estás intentando hacer una decisión acerca de tu futuro, basada en principios en vez de la obediencia sencilla. ¿Qué te dice Jesús: que te quedes aquí, o que salgas?"

"Yo esperaba que me ibas a dar algún criterio que me lo haría más fácil saberlo."

"¿Y así quitarte la oportunidad de escucharle a él soplar su voluntad en tu propio corazón?" respondió Juan sonriendo. "Nunca. Esto está entre tú y él. Si tratas de esto con Jesús, esto te ayudará a crecer en la relación con él. No busques una respuesta 'correcta' o 'equivocada' a tu pregunta. Así tendrías que condenar a aquellos que no hacen lo que tú haces. El podría querer que te quedes más tiempo, que ames a estas personas y que tu hambre los anime."

"O los frustre", corrigió Bryce.

"Hace ambas cosas", dijo Juan. "O, él podría querer que te vayas y que veas como él cuida de ti de maneras que nunca aprenderás aquí. Yo no tengo ninguna idea cuál de los dos es."

"Este es el punto donde me quedo atascado. Simplemente no lo sé. Estoy vacilando tremendamente entre los dos, según las circunstancias en las que me encuentro."

"Es por eso que te ayudaría apartar tus ojos de las circunstancias, y mirarle solo a él. El te puede guiar en todo, y perfeccionar su propósito en ti."

"Simplemente no sé", dijo Bryce. "Quizás solamente tengo miedo de perder mi sueldo."

"¿De verdad?"

"No sería honesto decir que no estoy pensando en eso. Estudié para esto; no sé si soy calificado para alguna otra cosa."

"Te sorprenderás de lo que el Padre podría decirte que hagas, y como él te equiparía para hacerlo. Pero todo lo que puedes hacer, es llevar este miedo a él y pedirle que te muestre el camino."

"Lo hice. Miles de veces", suspiró Bryce.

"Entonces no es el tiempo", dije para mi propia sorpresa, y desde el rincón de mi ojo vi a Juan sonreir y asentir con la cabeza.

"¿Qué significa esto, Jacob?"

"Una parte del viaje consiste en hacer lo que él aclara para ti. Si has entregado el asunto a Dios, entonces deja que él lo resuelva. Si él te dijera que renuncies hoy mismo, yo creo que lo sabrías, aun a pesar de tus temores. Si él todavía no te lo ha aclarado, entonces espera. Solamente sigue amándole y siguiéndole cada dia. Estoy aprendiendo el gozo de descansar en él, hacer lo que sé hacer, y no hacer lo que no sé hacer. Esta fue una de las lecciones más difíciles de aprender, pero también la que más me liberó."

"Pero yo quiero una respuesta de lo que es correcto o equivocado." - Se notó la frustración de Bryce.

"Esto es lo que todos deseamos", dije, reconociendo su frustración. - "Hasta que él mismo nos sea suficiente como respuesta. Esta es su decisión, no la tuya, y será claro cuando sea claro."

"Simplemente pregúntale con quién quiere él que camines ahora mismo", sugirió Juan. - "No intentes aclarar lo que tú quieres, o lo que piensas que es lo mejor. Sigue la convicción que Dios hará crecer en tu corazón con el tiempo."

"Quizás ni siquiera necesitarás decidir. Alguna otra persona podría decidirlo por ti", añadí yo.

"Sí, a menudo él obra de esta manera también", dijo Juan.

"¿Cómo?"

"Bueno, yo no me decidí a salir de la Comunidad del Centro, Bryce. Me despidieron, ¿te acuerdas?"

"Esto sí suena divertido", dijo Bryce con mucha ironía.

"Jacob tiene razón", dijo Juan. "A veces no sabemos lo que Dios quiere porque todavía tienen que desarrollarse algunas historias, y porque tu vida todavía tiene que impactar algunas otras vidas."

"¿Entonces es realmente un caminar de día a día para que Jesús arregle su camino en nosotros?", dijo Bryce.

"Sí, Bryce, y cuando aprendas a vivir de esta manera, nunca querrás volver atrás. Jesús es muy bueno en mostrarte cómo hacerlo, especialmente cuando tu deseo de agradarle es puro, y cuando no deseas hacer simplemente lo que piensas que es lo mejor o lo más fácil."

"Como poner mi seguridad financiera por encima de mi pasión espiritual", dijo Bryce, más para sí mismo que para nosotros.

"Esto es probablemente lo más difícil. No es por nada que lo llaman 'la ética puritana del trabajo'", dijo Juan.

"He invertido tanto aquí, Juan. No sé si podría irme si supiera que Dios quiere esto de mí."

"Tienes razón, no lo sabes. Te sorprenderás de lo que harás cuando el camino sea claro. Algún día tendrás más tareas valiosas de las que tienes aquí."

"¿Entonces qué debo hacer acerca de todo esto por mientras?"

"Sigue la dirección de tu hambre. Sé sincero acerca de ello contigo mismo. Haz cada día lo que él pone en tu corazón que lo hagas."

"¿Y si esto crea un conflicto verdadero?"

"¿Como por ejemplo ...?"

"No sé. Ya estoy escuchando unas murmuraciones porque no estoy haciendo suficiente propaganda para la ofrenda, o porque no estoy presionando a la gente lo suficiente para que ayuden en la iglesia infantil. Cuando animo a la gente a confiar en Dios, mi pastor asociado piensa que solo intento descuidar mi trabajo."

"Creeme, lo sé", dijo Juan con preocupación en su voz. "Pero tienes que seguirle, incluso si esto crea conflictos. Sé siempre amable con todos, pero nunca comprometas lo que Dios puso en tu corazón, solamente para estar bien ante la gente. No tengo idea de cómo esto resultará para ti, pero siempre resultará de maneras que no podemos imaginarnos."

"Pero esto podría ser mi muerte."

"Sí, esto es posible. Pero si le vas a seguir a él, ¿qué opciones tienes? Sigue tu hambre, Bryce. Te moldeará y te dará valor para cualquier cosa que viene."

"Y si finalmente renuncio, tendré que decir a los demás que se vayan también?"

"¿Por qué, para qué ayudaría esto?"

"Para salvarles de todo esto, y señalarles algo más real."

"Señalarles hacia Jesús siempre ayuda. Pero decirles que se vayan, raras veces ayuda. ¿Qué hubieras pensado si Jacob te hubiera dicho esto hace cinco años?"

"Hubiera pensado que él era un rebelde divisivo, y me hubiera alejado de él."

"¿Y cómo te hubiera ayudado esto? Solo te hubiera hecho más resistente contra lo que Dios ha hecho en ti en los últimos cinco años." - Bryce se puso muy pensativo. - "Ves, Bryce, la verdad tiene su tiempo. Si dices la verdad a alguien que todavía no está listo para escucharla, le empujarás más lejos, no importa cuán buenas sean tus intenciones."

"¿Y cómo sé que no están listos?"

"¿Realmente piensas que cientos de personas estarán listos, el mismo día, algún domingo por la mañana?"

"Esto lo entiendo, pero ¿qué de personas individuales?"

"Necesitas que Jesús te lo muestre. El te puede ayudar a sentir cuando alguien está listo, y cuando necesitas aguantar. Asegúrate de que realmente tengas sus mejores intereses en la mente, y que no quieres utilizarlos para validar tu propio punto de vista. Esto nunca funciona. También, escucha las preguntas que la gente hace, y esto te mostrará si tienen hambre de recibir más. Incluso con Jacob, yo colocaba algunos granos de oro delante de él para ver lo que iba a hacer con ellos. Si él escuchaba, luchaba y pedía más, le llevé más adelante. Si no lo hacía, dejé el asunto allí. Intenté servirle; yo no necesitaba validarme a mí mismo."

Me sorprendí de su respuesta, y me pregunté qué cosas me había perdido por no comprender adónde él quería llevarme. También me pregunté si esta era la razón por qué Jesús hablaba en parábolas - para ayudar a las personas hambrientas a ver, sin endurecer innecesariamente a aquellos que no estaban listos. Tendría que explorar más este asunto.

"En resumen, si quiero encontrar una expresión de iglesia que cumple lo que dicen las Escrituras, tendré que cambiar esta organización o abandonarla."

"O dejar de buscarlo."

"¿Qué? ¿Hablas en serio?"

"Ningún arreglo institucional contendrá todo lo que es la iglesia. No lo busques de manera institucional; búscalo de manera relacional. El Nuevo Testamento habla acerca de las prioridades de la iglesia: Jesús como única cabeza y único enfoque; los creyentes animándose unos a otros diariamente; liderazgo plural y lateral; participación abierta; y un ambiente de libertad para que la gente pueda crecer en él."

"¿Cómo la comunión que tengo con Jacob?"

"Y Dios te dará otros más mientras tú simplemente le sigues a él", añadió Juan. - "Algunos te ayudarán en tu viaje por algún tiempo, y tú ayudarás a otros; pero mayormente encontrarás que compartirán mutuamente esta vida."

"Pero si construiríamos una estructura acerca de esta pasión ..." - la voz de Bryce se apagó mientras intentó encontrar una manera de terminar su pregunta. Por fin agachó la cabeza y preguntó: "¿Son la estructura y la pasión polos opuestos?"

"No, no lo son. No toda estructura es equivocada. Estructuras sencillas, que facilitan compartir su vida juntos, pueden ser muy positivas. El problema surge cuando las estructuras adquieren una vida propia y se vuelven un sustituto de tu dependencia de Jesús."

"¿Entonces no necesito buscar la iglesia perfecta, ni intentar levantar una?"

"De la manera como tú lo piensas, yo diría que no. Pero Jesús sí está edificando una iglesia sin mancha ni arruga. Esta iglesia incluye a cada persona en esta ciudad y en todo el mundo que vive en una relación creciente con él. Está bien que tú te fijes en la forma cómo esta iglesia se expresa cada día en las personas y sucesos alrededor de ti. Pero no intentes acorralarlo en algo que tú puedas controlar. Esto no funcionará. Jesús vio la iglesia como una realidad, no como una tarea de construcción para sus seguidores. Ella está creciendo, por todas partes alrededor de ti. Solo que ahora no lo puedes ver, porque te enfocas en algo mucho menor que su belleza e inmensidad."

"¿Cómo puedo cambiar esto?"

"Hay una sola manera - mantén el enfoque en él. Donde Jesús recibe el primer lugar, la iglesia simplemente emerge de maneras maravillosas. El te colocará en el cuerpo exactamente como él desea. Y mientras estas relaciones crecen, te verás rodeado por un grupo de personas que desean caminar juntos en una comunión más intencional. Es algo asombroso cuando esto sucede, pero aun así tendrás que mantenerte enfocado en él. Incluso aquellos grupos que comienzan centrados en él, son pronto tentados a organizarse para muerte. Cuando Jesús deja de ser el objeto de nuestra búsqueda, comenzamos a perder el contacto con su cuerpo."

"No sé qué decir." - La lucha fue evidente en la cara de Bryce. - "Esto va en contra de todo lo que he aprendido. Fui entrenado para hacer esto, para mantener el control. Me siento tan impotente si tuviera que vivir de la manera como tú lo dices."

"Esta es la forma como el sistema nos controla a nosotros." - Juan sacudió su cabeza, identificándose con la lucha de Bryce. - "Es un sistema donde pensamos que podemos lograr algo con nuestra propia iniciativa y nuestro esfuerzo; pero por esta misma razón no puede producir la vida que tú buscas. Esto lo encontrarás solamente en él."

"Y solamente cuando renuncio al control."

"O la ilusión del control, Bryce", dije. - "La lección más dura de este viaje fue que yo nunca tenía el control. Yo solamente pensaba que lo tenía."

Juan se mantuvo callado, así que continué: "La comunión verdadera no es algo que nosotros podríamos fabricar. Es un regalo que Dios nos da."

"¿Pero no está esto en conflicto directo con casi todo lo que hago aquí?"

"¿Realmente?", preguntó Juan.

"Esto es lo que me pregunto. Sí, somos generosos. No manipulamos a la gente abiertamente. Pero no hacemos nada para animarles directamente a vivir esta clase de vida. Hablamos acerca de ello, queremos que la gente lo haga, pero nuestros esfuerzos se dirigen hacia el crecimiento y el éxito de esta institución. No les enseñamos a depender de Jesús en alguna forma práctica. En lugar de ello, les enseñamos a tener su seguridad en ser parte de nosotros."

"Quizás es tiempo para vivirlo de manera diferente", sugirió Juan.

Bryce se calló por un momento. - "Yo sé que lo mejor que podemos producir nosotros se queda muy detrás de la vida que veo vivir a Jacob. Cantamos juntos y llamamos esto 'adoración'; asistimos regularmente al culto y llamamos esto 'comunión'; y nos hemos convencido a nosotros mismos que realmente hacemos estas cosas con tan solamente estar en el culto, no importa si es una realidad en nuestros corazones o no."

"Y no importa si realmente vienen para conocerle a él", dije.

"¡Eso es! Yo he tenido una comunión más profunda contigo, Jacob, en los últimos dos meses, que con cualquier otra persona en esta congregación. Contigo puedo ser sincero acerca de mi hambre, y no me siento condenado. Aquí parece que la gente siempre busca motivos escondidos."

"La libertad de ser sincero, y la libertad de tener luchas, son claves de una verdadera amistad", dijo Juan.

"Aquí hemos intentado hacerlo como una obligación de los creyentes. Les decimos que se comprometan con nuestras reuniones y con una de nuestras células."

Me recordé haber pensado así en un tiempo pasado que parecía hace siglos. - "¿Cómo puede la obligación producir una verdadera relación, Bryce? Solamente donde la experiencia es inefectiva o muerta, se necesitan obligaciones. Cuando la gente vive en la vida de Jesús, ellos valorarán cada pequeña oportunidad de conectarse con otros hermanos y hermanas que están en el mismo viaje. No será algo que tienen que hacer, sino algo que nunca querrán perderse."

"Siempre volvemos a lo mismo, ¿no cierto? Cuando buscamos primero la vida en él, estas otras cosas se arreglan. Si no buscamos esto, cualquier otra cosa que hacemos no va a satisfacer nuestra hambre."

"Esto es muy cierto. El es el motivo que nos reúne, y sin esto, ningún compromiso será suficiente." - Mientras lo hablaba, se volvió mucho más claro para mí de lo que lo había pensado antes. - "Me estoy convenciendo de que la iglesia que Jesús edifica, va mucho más allá de toda forma humana que hemos intentado para copiarla o contenerla."

"¿Quieres decir que no hay ninguna manera de reunirnos como pueblo de Dios, que cumpliría la esperanza de la iglesia del Nuevo Testamento?"

"Oh, sí hay una reunión que cumple esto", dijo Juan con una certeza que me sorprendió.

"¿Realmente? Me gustaría escuchar más de esto", dije.

Justo en este momento, otro grupo de gansos voló gritando sobre los árboles y atrajo todas nuestras miradas hacia el cielo, mientras su formación en forma de V se alejaba hacia el sur.

"¡Ellos lo comprenden!" dijo Juan sonriendo, cuando volvimos a mirar abajo.

"¿Qué comprenden?"

"Hay una reunión. Ellos todos se dirigen hacia el sur, hacia lugares más calurosos. No importa tanto con qué grupo están en este momento, pero que estén volando en la dirección correcta.
Tú piensas que una reunión es un evento donde uno asiste, e intentas fabricar el formato perfecto que garantizará resultados. Pero ningún evento puede garantizar los resultados que tú buscas. Tú no estás viendo que Jesús siempre reúne a su rebaño hacia él mismo. Personas del mundo entero descubren que su hambre por él es más fuerte que su hambre de cualquier otra cosa. Mientras mantienen su mirada en él, se acercan cada día más a él. Y a la vez se encontrarán al lado de otros que se mueven en la misma dirección. Los gansos vuelan juntos de esta manera, no porque alguien les obliga a hacerlo, sino porque esto alivia su carga y los acerca más a su meta."

Juan volvió a mirar hacia el cielo, y nosotros seguimos su mirada. Ahora vimos por lo menos cuatro grupos diferentes, todos volando hacia el sur. - "Y todos estos grupos llegarán al mismo lugar, juntos. Esto es todo lo que Jesús quiere - un solo rebaño, atraído solamente hacia él, y cada uno ayudando a aliviar la carga de otros que se mueven en la misma dirección.
Esta es la reunión. No se trata de cuándo ustedes se reúnen, dónde se reúnen, o cómo se reúnen en eventos. Se trata de reunir nuestros corazones con él. Cuando esto sucede, normalmente no te encontrarás solo por mucho tiempo. Encontrarás a otros que se mueven en la misma dirección. Al viajar juntos, se ayudarán unos a otros en el camino. Por eso, solamente se herirán unos a otros cuando buscan a personas que quieran reunirse en una forma determinada, o que piensen igual que tú en todo. Cada persona que cruza tu camino, creyente o no creyente, en una institución como esta o fuera de ella, podría convertirse en tu compañero de este viaje. Amando a cada uno de ellos hasta donde ellos lo permitan, participarás en su gran reunión.
Pero la meta permanece la misma. ¡Es él! Es siempre él - no una forma de reunirse, ni un programa planeado, ni un sueldo seguro, ni un futuro predecible."

Nadie dijo nada, pero algo hizo clic muy dentro de mí. Supe que lo que él estaba diciendo, era mucho más importante de lo que pude captar en ese momento. Nos quedamos reflexionando en silencio, mirando las aves desaparecer en el horizonte.

"Siempre no sé qué hacer", dijo Bryce.

"Sí lo sabes", respondió Juan.

"Lo sé", dijo Bryce y sacudió su cabeza, "seguirle, ¡cada día! Aunque me da miedo, hay una verdadera libertad en esto, ¿no cierto?"

"Sí la hay. Y lo harás mejor cuando puedes descansar en lo que él obra. El no intenta hacerlo difícil; él quiere que experimentes el reino mismo. El te atrae hacia este gozo, no hacia algún deber agobiante o alguna promesa vacía."

Con esto, la persona a quien Juan esperaba apareció en el estacionamiento. Mientras Juan se fue, Bryce se volteó hacia mí:

"Ya veo por qué le amas tanto, Jacob."

"Nunca conocí a alguien como él."

"Yo tampoco, Jacob, yo tampoco."

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